«Dichoso es quien no sigue el consejo de los malvados…, sino que en la Ley del Señor se deleita… Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. Todo cuanto hace prospera.» (Salmos 1: 1-3 | NVI) El mayor desafíoSigue leyendo "Floreciendo en el desierto"